Alejandro Gonzalez | 8:34

Evangelio de Juan

Capitulo 1

1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 
1:2 Este era en el principio con Dios. 
1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 
1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 
1:5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. 
1:6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.
1:7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. 
1:8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. 
1:9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 
1:10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 
1:11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 
1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 
1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 
1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 
1:15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. 
1:16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. 
1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 
1:18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
1:19 Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? 
1:20 Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo. 
1:21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. 
1:22 Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? 
1:23 Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.
1:24 Y los que habían sido enviados eran de los fariseos. 
1:25 Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? 
1:26 Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis. 
1:27 Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado. 
1:28 Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
1:29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. 
1:30 Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. 
1:31 Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua. 
1:32 También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. 
1:33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. 
1:34 Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.
1:35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. 
1:36 Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. 
1:37 Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús. 
1:38 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras? 
1:39 Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima. 
1:40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.
1:41 Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo). 
1:42 Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).
1:43 El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.
1:44 Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. 
1:45 Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. 
1:46 Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve. 
1:47 Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. 
1:48 Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. 
1:49 Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. 
1:50 Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. 
1:51 Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.


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