Alejandro Gonzalez | 13:20

5 Principios para vivir un regalo de Dios: El Trabajo

Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor. Eclesiastes 3:12-13
Pr. Perez Rosa y esposa
Aunque todos los cristianos reconocemos que el "trabajo es un Don, un regalo de Dios" para todos los hombres que habitan la tierra -ese fue el plan original de Dios que el hombre trabajara el Edén y fuera feliz- aun hay muchos hombres que creen que es un castigo.

En parte esta creencia se debe a que así como el diablo intenta copiar las sanidades, milagros y maravillas que realiza Dios todos los días también lo ha intentado poniendo en practica un sistema perverso que intenta desnaturalizar al trabajo.

Primer Principio: Adán trabaja por un propósito no por horario (empleo). 
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. (Genesis 1:28-30)
El trabajo fue instituido por causa de la creación Adán y por tanto este nuevo hombre perseguía el propósito divino de señorear sobre todo lo creado, disponiendo asimismo del fin de cada cosa. Es decir Adán fue creado con un propósito objetivo y de autoridad suprema. Solo el podía decidir cuanto seria su ganancia y como viviría. Él ganaba y mejoraba su sustento de acuerdo a su productividad. Por eso la biblia no estipula un horario para trabajar sino días de trabajo.

La caída del hombre le entrego esa autoridad a Satanás legalmente quien paso por medio del engaño a regir sobre todo lo que se moviese o tuviere vida en este mundo. Así es que "la codicia, trajo consigo la esclavitud y la competencia por mas posesiones", o lo que es lo mismo el amor al dinero trajo consigo el empleo y la competencia la necesidad del consumo.

La esclavitud, la mano de obra barata -de hace miles de años y no tantos- por una necesidad derivada del constante cambio del sistema económico tuvo que reconvertirse dando paso a lo que hoy conocemos como "el empleo" por lo que no es descabellado pensar que el vivir de un empleo para el trabajador le producirá problemas tarde o temprano, porque no tiene productividad (ya que ésta, está limitada a su empleador). 

En fin la Biblia no fue escrita para empleados sino para empresarios, emprendedores y trabajadores por esa razón es que les cuesta tanto entenderla a aquellas personas que dependen de un empleo, las parábolas tienen que ver con gente que produce.

Segundo Principio: La actitud de la persona en cuanto al trabajo
¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los de baja condición. Proverbios 22:29
Es la propia gente la responsable de la productividad de su trabajo y en que gasta su esfuerzo. Es decir es sabido que hay oficios que hoy en día casi han desaparecido o están en vías de ya no ser utilizados mas. Como puede ser en las ciudades modernas el oficio de carpintero el cual ya no se ve tanto por la industrialización de los muebles a los que se los puede comprar para ser armados por nosotros mismos con la mínima dificultad en los grandes centros de compras o también por ejemplo otras actividades ligadas a los medios de comunicación los cuales hoy por los avances tecnológicos están desapareciendo.

No obstante esto no significa que aquellos que están pasando por estas situaciones o que por vivir en grandes centros urbanos donde la mayor cantidad de puestos de trabajo sean empleos en servicios tienen derecho o puedan renegar de su trabajo pues -como vimos anteriormente en otros artículos al tratarse de un "Don de Dios"- eso nos cierra puertas de crecimiento y prosperidad al maldecir la provisión de Dios a nuestra vida (Juan 3:14-15). En todo caso si mi deseo es cambiar mi fuente de ingresos debo animarme a emprender algo nuevo. Mientras tanto mi desempeño laboral debe ser el mejor teniendo en cuenta el principio de que si en lo poco le hemos sido fiel al Señor, Dios nos llevara a lo mucho.

El trabajo puede ser salud o enfermedad. Eso depende de tu actitud. "Hagamos lo que hacemos con gozo y alegría"

Tercer Principio: La pereza en contraposición con la laboriosidad
Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.
Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar,Y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado. (Proverbios 6:6-11)
Aunque el párrafo extraído de la Biblia deja muy en claro cual es el fin de aquellos que dejan todo para -un interminable- mañana e impavidamente ven amontonarse la ropa sucia y los cachivaches entre otros quehaceres del hogar y por ende las deudas en su economía también lo hacen al punto que ya muchos son declarados 'clientes no gratos' en los negocios de alrededor a su vivienda. Es importante recalcar que si en tiempos de cosecha no nos comportamos como la hormiga, un insecto tan pequeño y débil  llegara el tiempo de descansar y no tendremos como mantenernos, viendo pasar por el frente nuestro cientos de oportunidades que podrían habernos subido a un nuevo nivel.

No obstante y aunque el caso antes expuesto ya es extremo esto mismo sucede a muchas personas que han caído en la treta del diablo el cual por medio del sistema favorece a la pereza, la falta de laboriosidad y la ociosidad, principal enemiga de la prosperidad. Por medio de actitudes tan mezquinas como egoístas que solo permitirán que lo único que obtengamos como personas y como país en conjunto será mayor pobreza.
Es así que empleados que en la actualidad cobran sumas exorbitantes puede vérselos viviendo de mala manera y en lugares que para nada representan a su ingreso y todo debido a la ociosidad.

La biblia condena la inactividad:
Proverbios 10.4 La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece.
Proverbios 28:19 El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza.
En fin no sigas a los vagos en tu trabajo, sigue a los laboriosos.

Cuarto Principio: La pereza trae miseria y ruina
(Proverbios 20:4) El perezoso no ara a causa del invierno; Pedirá, pues, en la siega, y no hallará.
(Proverbios 22:13) Dice el perezoso: El león está fuera; Seré muerto en la calle.
Aunque pareciese que este cuarto principio es la continuación del anterior no lo es, pues nos referiremos a la gran cantidad de planes que hoy se le brindan a los ciudadanos argentinos los cuales son aprovechados para no trabajar y depender de ellos sin tener en cuenta que "no porque te regalen algo -te subsidien- la pobreza se ira". Si ese subsidio o regalo trae consigo ociosidad ten seguro que detrás de el vendrá la miseria -"el hombre armado"- y la dependencia de tu decisión.

La pobreza es un hombre fuerte que sin la actitud adecuada no se ira.

Asimismo es común en este tipo de personas dependientes de planes sociales escuchar excusas de porque no trabajan, acusando a la sociedad que la alberga de sus desventuras y malas decisiones de vida. Se imaginan a Jesús acusandanos a todos por su crucifixión y no otorgándonos la salvación y vida eterna por no haberlo reconocido como Mesías y sin embargo el Señor todo lo contrario, él es el verdadero ejemplo de un trabajador incansable. "Jesús dijo: hasta ahora mi padre trabaja y yo también trabajo".

Quinto principio: Nunca las condiciones serán las optimas para hacer lo que queremos pero animemos y hagamoslo.
Eclesiastes 11:4 El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará.
Por último es cierto que a causa del pecado el trabajo se volvió mas duro y pesado para los hombres pero el trabajo no es malo sino todo lo contrario pues el fin de Dios es que el hombre viva de el y sea feliz. Por tanto siempre Dios recompensara al trabajador diligente. Sin embargo es necesario creer y ser perseverante en las metas que nos planteamos, si nos pasamos viendo las circunstancias a nuestro alrededor o donde están aquellos con los que debemos competir por un lugar en el mercado nos quedaremos paralizados no dando lugar a poder ver el cumplimiento de las promesas de Dios para nuestras vidas.

(Fuente: predica del Pr. Maximo Perez Rosa)

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