Alejandro Gonzalez | 20:55
Marionetas del mundo
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. (Juan 8:44)
Jesucristo le contesto con estas duras palabras a quienes aun viendo los milagros y escuchando la sabiduría de quien tenían enfrente no le reconocían como Hijo de Dios para así seguir revolcándose en el fango de sus deseos y pecados.
El mundo nos quiere llevar por sus sendas de pasiones, sexuales, económicas o de egocentrismos. 'Para muestra solo un botón' dice un viejo adagio popular y esto se puede ver en que la autoestima de la fama u el éxito se mide por lo que se posee y no por lo que tu eres como persona.
Al punto que muchos son los que hablan con sus prójimos mas desvalidos con palabras lisonjeras cuando deben cubrir una necesidad y cuando se lo cruzan por la calle miran hacia otro lado, haciéndose los distraídos. ¿Pero son culpables? No, por la simple razón que a quien se le ha dado la potestad de este mundo es al Diablo, padre de mentira (Lucas 4:5-6).
Es por eso cuando el creyente ha aceptado a Jesucristo -espero que para el momento en que estés leyendo este articulo hayas podido decidir ser un seguidor del 'camino de Cristo'-, y aunque vive en este mundo ya no pertenece a él (Jn 17:16; Col 1:13).
Y aunque el Diablo ya nada le podrá hacer pues el 'creyente en Cristo' ya no le pertenece a su acólito de seguidores o al sistema que el secularismo induce a consumir a las personas que viven en el mundo, si tratara de herirlo por medio de inducir temor para que descrea en Jesucristo, para que no pueda contar a los demás su nueva vida y dar testimonio de su libertad. Un ejemplo de esto son aquellos jugadores de fútbol que luego de una grave lesión ante cada situación similar lanzan la pelota hacia cualquier lugar con tal de no ser lesionados nuevamente dejando de ser buenos para pasar a ser mediocres.
Ten en cuenta que el Diablo es quien te dice: "No puedes. Los otros son mejores que tu. Mírate vos crees que vas ha poder". Pero no te hagas problema porque en Cristo puedes reconocerlos ya que siempre sus mensajes (pensamientos inducidos) llevaran sus 'dardos' (Ef. 6:16) de menosprecio y así podrás rechazarlos en el nombre de Jesús. Pues Satanás ya "no tiene poder sobre usted, salvo el que usted mismo le da al no llevar todo pensamiento cautivo a Cristo; quedando de esta manera engañado y creyendo sus mentiras" (Anderson).
El mundo nos quiere llevar por sus sendas de pasiones, sexuales, económicas o de egocentrismos. 'Para muestra solo un botón' dice un viejo adagio popular y esto se puede ver en que la autoestima de la fama u el éxito se mide por lo que se posee y no por lo que tu eres como persona.
Al punto que muchos son los que hablan con sus prójimos mas desvalidos con palabras lisonjeras cuando deben cubrir una necesidad y cuando se lo cruzan por la calle miran hacia otro lado, haciéndose los distraídos. ¿Pero son culpables? No, por la simple razón que a quien se le ha dado la potestad de este mundo es al Diablo, padre de mentira (Lucas 4:5-6).
Es por eso cuando el creyente ha aceptado a Jesucristo -espero que para el momento en que estés leyendo este articulo hayas podido decidir ser un seguidor del 'camino de Cristo'-, y aunque vive en este mundo ya no pertenece a él (Jn 17:16; Col 1:13).
Y aunque el Diablo ya nada le podrá hacer pues el 'creyente en Cristo' ya no le pertenece a su acólito de seguidores o al sistema que el secularismo induce a consumir a las personas que viven en el mundo, si tratara de herirlo por medio de inducir temor para que descrea en Jesucristo, para que no pueda contar a los demás su nueva vida y dar testimonio de su libertad. Un ejemplo de esto son aquellos jugadores de fútbol que luego de una grave lesión ante cada situación similar lanzan la pelota hacia cualquier lugar con tal de no ser lesionados nuevamente dejando de ser buenos para pasar a ser mediocres.
Ten en cuenta que el Diablo es quien te dice: "No puedes. Los otros son mejores que tu. Mírate vos crees que vas ha poder". Pero no te hagas problema porque en Cristo puedes reconocerlos ya que siempre sus mensajes (pensamientos inducidos) llevaran sus 'dardos' (Ef. 6:16) de menosprecio y así podrás rechazarlos en el nombre de Jesús. Pues Satanás ya "no tiene poder sobre usted, salvo el que usted mismo le da al no llevar todo pensamiento cautivo a Cristo; quedando de esta manera engañado y creyendo sus mentiras" (Anderson).
¿Y usted?
¿Qué modos de pensar u hábitos piensa que debe dejar para ser feliz en Cristo?
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